sábado, 6 de noviembre de 2010

Izan Suárez Pérez 1ºB Me gustan los baifos

Hace tiempo, cuando los aldeanos eran pobres y tenían que obedecer las órdenes de los reyes, una familia de campesinos vivía en lo alto de una montaña, se dedicaban a la agricultura y la ganadería. El padre se llamaba Bencomo y era cabrero, la madre, Guasimara, era la que se encargaba de la casa mientras que el marido cuidaba de las cabras. Ellos tenían una hija que se llamaba Yaiza y algunas veces ayudaba al padre con las cabras, en invierno solía alongarse en los barrancos para ver el agua correr.

Un día una cabra parió, Yaiza estaba muy contenta porque le gustaban mucho los baifos, le encantaba cuando le ponía el dedo delante de la boca y empezaban a chupárselo.

Al cabo de unos meses nacieron más baifos y así sucesivamente. Ellos mantenían en secreto lo de los baifos ya que si el rey se enteraba obligaría a matar el rebaño de cabras. Un día el rey mandó a unos inspectores a inspeccionar las casas de las montañas, a todas las personas que vivían allí le quitaron las cabras y, por protestar, también le quitaron el gofio, las papas, el millo, etc. Incluido a la familia de Bencomo.

Todos los aldeanos y las aldeanas, muy disgustados por lo que había hecho el rey, se aliaron para matarlo. Se prepararon con todas las herramientas que le sirvieran para el ataque y salieron caminando hacia el pueblo. Estaba lloviendo y toda la gente estaba enchumbada. Al llegar al pueblo los aldeanos tuvieron un enfrentamiento muy sangriento con los guardias del rey, algunas personas consiguieron fajarse de los guardias y llegar a la corte del rey. El rey, al ver a los aldeanos armados y con miradas amenazantes, les suplicó que no le hicieran daño y gritó a todo pulmón: ¡me gustan los baifos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 7