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lunes, 9 de mayo de 2011

Pablo Palomar Concepción 1ºA Roque y su amigo

En el año 2458, vivía en las calles de Madrid un perro. Se llamaba Roque. Sus antiguos  dueños lo habían abandonado porque no les gustaba su color de pelo: verde. Se sentía solo y triste.
   Un día, un superhéroe que sobrevolaba la ciudad, vio al perro correr y saltar para refugiase del frío y de la fuerte nevada. Se acercó y le dijo:
-          Te veo muy fuerte. ¿Te gustaría ser mi ayudante? Pues yo, aunque no lo parezca, soy muy patoso.
Roque pensó que con ese color de pelo la gente se iba a reír de él, pero al final contestó:
-          Me encantaría.
-          Vale. ¿Cómo te llamas?
-          Yo Roque. ¿Y tú?
-          Me llamo Neon. Ya está oscureciendo. Te voy a llevar a mi nave espacial.
Neon le dio una mochila propulsora para que pudiese volar con él hasta la nave. Cuando llegaron, les recibió un robot, que les ofreció una bebida y un bocadillo.
-          Este es mi robot –dijo Neon-. Se llama Skull.
Entraron a la nave y Neon dijo que tenían que descansar porque al día siguiente tendrían mucho trabajo.
Se despertaron con el sonido de una sirena que provenía de la sala de estar.
-          ¡Es la alarma que indica que algún incendio está sucediendo en la ciudad! –dijo Neon-. Miremos en la pantalla para saber exactamente dónde.
El lugar era una escuela de arte en la calle Fuencarral. Se apresuraron a coger sus mochilas propulsoras y abandonaron la nave.
Al llegar entraron y Neon se dirigió hacia la manguera de emergencia. La cogió y apretó un botón de su mando. Empezó a salir agua, pero sin querer, apuntó a Roque y mojó su mochila propulsora. El fuego de la mochila se apagó haciéndolo caer en un cubo de pintura marrón.
Neon consiguió apagar el fuego, pero al darse cuenta de que su amigo no estaba, corrió a buscarlo. Vio que salía de un cubo y al verlo se sorprendió.
-          Mírate en ese espejo -le dijo-.
Se puso muy contento al ver su nuevo color. Para celebrarlo fueron con la nave a un McNave. Se hincharon a comida.
Así, el perro y el superhéroe, salvaron a mucha más gente y hablaron de ellos en los libros de historia.

jueves, 10 de febrero de 2011

Pablo Palomar Concepción 1ºA Descripción de una persona

Buscaba con mis padres el restaurante Grau en La Laguna. Calle Alberto Einstein, nos dijeron. Llegamos, y allí, en la misma entrada, una gran foto de un señor canoso y despeinado. Le pregunté a mi madre quién era. Me dijo que se trataba de un genio al que le gustaban mucho las matemáticas y que siempre fue muy mal estudiante en las otras asignaturas. En la imagen tenía el pelo de color gris, largo y alborotado. Parecía que lo habían electrocutado. En su rostro, arrugado como un higo, destacaban dos ojos caídos y grandes como dos pelotas de ping-pong. Sus cejas eran arqueadas y despobladas. Me llamó la atención su gran bigote grisáceo, bajo el que se escondía su boca, y en el que descansaba una ancha y gruesa nariz.
Por último, yo diría que era una buena persona, que le gustaba poco hablar y que seguramente, de pequeño, su PSP era un lápiz y un papel.

viernes, 14 de enero de 2011

Pablo Palomar Concepción 1ºA Mis recetas

Receta de bocadillo de salami caliente
Ingredientes
·          1 barra de pan pequeña
·         2 lonchas de salami
·         Aceite
Utensilios
·         Cocinilla
·         Sartén
·         Cuchillo
Elaboración
1.     Abrir el pan con el cuchillo, de codo a codo, separándolo en dos partes iguales.
2.    Colocar la sartén al fuego y poner un chorrito de aceite en ella.
3.    Dejar calentar.
4.    Poner el pan en la sartén y darle vueltas para que se caliente.
5.    Sacar el pan y ponerlo en un plato.
6.    Coger una loncha de salami y pasarla por la sartén, como el pan, pero solo unos segundos. Hacer lo mismo con la otra loncha.
7.    Poner las dos lonchas en el pan.
8.    Cerrar el pan y ya está listo para comer.
Este es mi bocadillo preferido porque el salami me gusta mucho.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Pablo Palomar Concepción 1ºA Me gustan los baifos

El fin de semana pasado fui a un bonito pueblo donde vive mi abuelo Berto y me quedé en su casa. El primer día me dijo que íbamos a visitar el pueblo en una guagua que pasaría en media hora. Así lo hicimos. Fuimos a ver la iglesia, era muy bonita y tenía muchas tumbas en el suelo. Mi abuelo decía que allí estaba enterrada su bisabuela. Al cabo de un rato fuimos a comer al bochinche de la esquina. Yo me pedí cuatro papas con mojo verde, y mi abuelo, una viejita guisada. Estaba todo muy bueno. Al salir, fuimos a casa de mis primos y nos entretuvimos jugando a los boliches y comiendo gofio durante un buen rato. Decidimos regresar a casa, ya eran las cinco. Al llegar, me dijo que las cabras que tenía en el establo iban a parir pronto. Yo salté de alegría porque me encantan los animales. Al cabo de un rato, me puse a hacer la tarea del fin de semana. Cuando terminé, ya eran las nueve de la noche. Cené y me fui a la cama. Me despertó el grito de mi abuelo que me llamaba. Yo me vestí rapidísimo a ver qué pasaba. Mi abuelo estaba en el establo ¡las cabras estaban pariendo! Le pregunté a mi abuelo como se llamaban las crías de las cabras, me dijo que baifos. Nació uno y otros dos más tarde. El más pequeñito se me acercó y me lameteó toda la cara. Yo lo acaricié. Desde ese día me gustan los baifos.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Pablo Palomar Concepción 1ºA Mi pueblo

San Cristóbal de La Laguna, conocida popularmente como La Laguna, es una ciudad y municipio situada al noreste de la isla de Tenerife. Fue declarada Bien Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con un casco histórico de gran valor en el que destaca la Iglesia de la Concepción.

Desde mi ventana, veo la torre de la Concepción como un gigante que ruge por el día y duerme de noche. Sus agradables y bonitas calles peatonales se llenan de gente los fines de semana para disfrutar de su ambiente musical. Se asombran viendo los hermosos verodes que adornan los tejados. Al final de estas calles el tranvía se desliza como una serpiente que entra y sale de la ciudad.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pablo Palomar Concepción. Me gusta, no me gusta . 1ºA

   Me gusta ir a las playas de arena blanca, hacer la tarea cuanto antes para ir al ordenador, ver películas por las noches echado en el sillón, escuchar las historias que cuenta mi abuela, los bocadillos de salami que me hago los sábados por la mañana, que me bajen rápido cuando hago escalada, el olor de los postres que hace mi madre, estar mucho rato en la ducha, pasear al perro, comer cotufas cuando voy a ver películas al cine y tocar la guitarra con mi tío.
   No me gusta levantarme pronto para ir al instituto, que me manden mucha tarea y no tener la tarde libre, que el Madrid pierda y que el Barça gane.