sábado, 6 de noviembre de 2010

Natalia Jiménez Rodríguez 1º A No me gustan los baifos

   Era Jueves, me desperté, lo primero que vi fue la cara de mi madre sonriente diciendo: Venga, que llegas tarde. Entonces miré el reloj y ya eran las ocho de la mañana, si no me daba prisa llegaría tarde al instituto, con las prisas se me olvidó coger el libro de Matemáticas, pero cuando llegué al instituto me acordé que hoy íbamos de excursión a una granja. Entonces vi a mi mejor amiga, Paula que estaba jugando a los boliches que me dijo: ¿Hoy porqué no cogiste la guagua? Yo le dije: es que me quedé dormida y después tuve que ir a comprar gofio, y se me escapó la guagua. Fuimos a la clase y cuando abrí la mochila me dí cuenta que no traje dinero para comprarme las papas fritas, en ese momento me encontré un afilador en el suelo y me lo quedé, después de unos minutos llegó la guagua y la profesora cerró la clase con fechillo mientras los alumnos fueron corriendo hacia la guagua, naturalmente yo me puse con Paula y durante todo el camino hablamos sobre los baifos, cuando salimos de la guagua vimos un hombre corriendo detrás de un baifo gritando: Vuelve aquí. En unos minutos perdimos de vista al baifo, el hombre miró para nosotros y se sonrojó, entonces el baifo vino por detrás y me arrancó los pantalones de un mordisco y yo dije: Ño. Mis amigos se empezaron a reír de mí y la profesora me llevó al instituto para que mi madre allí me recogiera, después de un rato vi a mi madre, pero sin coche y con unos pantalones en la mano, cuando llegó me dijó que se le averió el coche, me probé lo pantalones en el vestuario y me quedaban pequeños. Después de quince minutos caminando llegué a mi casa y me eché en mi cama y me dormí.Y esta es la explicación de porque no me gustan los baifos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 5