miércoles, 9 de febrero de 2011

Descripción. Andrea González Rodríguez. 1ºA


Ayer, leyendo el periódico, puede observar a un hombre, en la sección de sucesos importantes, no recuerdo bien por qué estaba allí, pero tenía algo que ver con el descubrimiento de una nueva vacuna.

Él era un hombre de gran estatura, casi como un rascacielos, su constitución era normal, era mayor, con arrugas pero le daban un toque especial, por lo que pude apreciar tenía un aspecto correcto y elegante, pero a la vez parecía que eso era lo único que quería aparentar, ya que en su cara se escondía ese gesto de atrevimiento, su pelo era de un tono marrón oscuro, era corto propio de un hombre y aparentaba ser fino como hilos de seda, pero tenía partes en las que ese tono marrón se desvanecía, y en su lugar se posaban como abejas en una flor, las canas, en lugar de ojos parecía que llevaba dos pequeñas almendras oscuras sin madurar, a su vez eran profundos y apagados pero en su interior un gran saber, la tez era clara, arrugada y al mismo tiempo sonrosada, la nariz era fina, larga y aguileña, como si de una bruja se tratara, su boca era grande y larga, con finos labios de un tono rojo apagado, los dientes, muy poco se veían pero por lo poco que vi, puede apreciar que eran pequeños y oscurecidos al mismo tiempo, no tenía barba, como si algodón fuera, y sus finas cejas eran arqueadas, separadas y poco pobladas.

No lo conocía pero parecía amable, inteligente (ya que había descubierto la vacuna), tímido pero sereno, tranquilo y apacible, y por último sensato pero al mismo tiempo reservado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 8