Mientras veía la televisión entrevistaban a Ana de Armas, una joven madura, guapa y atractiva. Su pelo largo, brillante y castaño deslumbraba a todo el que lo veía. Era alta y delgada, con una tez suave y morena. Sus ojos brillantes, verdes y vivarachos mostraban una alegría descomunal. Tenía una nariz fina y respingona. Sus labios eran finos y sus dientes se veían blancos. Mostraba una personalidad agradable, alegre y amable. Su voz era cariñosa y dulce.
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Nota: 6
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