jueves, 5 de mayo de 2011

DIARIO DE DOS SUPERHÉROES PABLO MELIÁN LÓPEZ- 1ºB

15/11/2453

A día de hoy hace dos años que empecé mi lucha contra el crimen en Britonia. Una lucha que libramos yo y mi perro.

Obtuve mis poderes cuando patrullaba en mi trabajo en la central nuclear , cuando mi fiel perro guardián me tiró sin querer y nos caímos en el núcleo, tuvimos una sensación de que nos fundíamos, pensaba que no saldríamos de allí cuando una fuerza increíble nos recorrió el cuerpo y ¡zas!, salimos volando hasta el cielo. Cuando conseguimos salir, decidimos irnos corriendo a casa ya que aunque nosotros nos hicimos invulnerables mi ropa no lo era, y allí estaba yo con los poderes de superman y desnudo ante la ciudad. Fue entonces cuando decidí dedicarme a proteger a aquella maravillosa ciudad.

A día de hoy soy un auténtico superhéroe, mi villano predilecto hasta la fecha es NULO, las razones por las que es mi villano predilecto son:

1ª.- Intento de incendio

2ª.- Intento de destruir al alcalde

3ª.- Intento de asesinato

4ª.- Intentos de destrucción de la ciudad

Y así hay una larga lista, por suerte todo se ha quedado en intentos, pero hoy casi me derrota.

Cuando exploraba la ciudad con mi perro observé en la guarida de NULO un resplandor verde muy intenso con una gran "N" reflejada en el cielo, era su firma personal su previo aviso a sus continuos intentos desesperados para aniquilarme.

Cuando llegué a explorar no vi a nadie ni nada, solo una guarida vacía, lo cual me extrañó porque siempre estaba llena de robots y planes perversos.

Cuando proseguí me caí literalmente en un pozo de agua putrefacta que estaba ocultado con una alfombra, sin embargo, mi perro iba más atrasado y no cayó, pero NULO había pensado en todo, delante de mi perro cayó un hueso enorme que mi perro mordió sin dudar. No pasaron tres segundos hasta que se desmayó súbitamente en el suelo roncando. De las sombras salió NULO que por lo que dijo quería inundar la ciudad rompiendo la presa con su rayo desintegrante. No podíamos permitírselo, así que utilicé mi mejor poder: los pedos de fuego que entraron en reacción con los gases que emergían del pozo de agua putrefacta provocando una gran explosión que me sacó de aquel agujero apestoso y putrefacto. Al salir le di dos bofetadas a mi perro, acto seguido me mordió. NULO intentó escapar pero lo alcanzamos y mi perro lo mordió, yo le mordí, le di dos puñetazos y lo dejamos en el suelo. A continuación llamamos a la policía, la cual apareció casi de inmediato con una ambulancia, atraídos por el intenso olor que desprendía el lugar.

Finalmente Nulo fue trasladado a la prisión a la cual tantas veces había tenido que regresar.

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