lunes, 9 de mayo de 2011

EL HÉROE, EL PERRO Y EL QUITAGRASAS Muriel Sarda 1º A

   Corría el año 2442 en la ciudad de San Petersburgo. Estaba escrito desde hace siglos que a la llegada del año capicúa algún hecho extraño iba a suceder, y así fue.
   La Tierra se estaba agrietando y desde su interior estaba saliendo un líquido apestoso y mal oliente. No sabían como solucionar el problema, creían que era la llegada del tan temido monstruo verde.
  El jefe de la ciudad desde la fortaleza de Ivangrod se dirigió a sus ciudadanos por medio de sus grafos-rayos-laser, cuyos mensajes podían leerse con solo mirar hacia arriba. Todos los habitantes pudieron leer que no debían salir de sus casas, porque la tierra se estaba agrietando y escupiendo un gelatinoso cuerpo verde.
 Por aquel entonces, pasó un héroe en paro, en busca de hazañas junto a su perro Verdchof. El héroe, llamado Kiofman, cuando sobrevolaba la ciudad con su moto de luz, leyó el mensaje de ayuda y bajó inmediatamente a la plaza del palacio junto al río Volga. Se dirigió con la nariz tapada con una traba de la ropa a hablar con el jefe de la ciudad, quien lo contrató como héroe oficial para liberar a la ciudad de la maldición del año capicúa.
  Kiofman sacó todas sus armas para luchar contra el monstruo, sacó sus espadas, sus pistolas, granadas, y todas las artimañas que llevaba debajo de su capa sin conseguir desintegrarlo, haciéndose el monstruo cada vez mayor.
  Kiofman le preguntó a Verdchof cómo poder vencer al monstruo ya que el conocía todos los poderes verdes.
  Y Verdchof le contestó: Vamos a ver Kiofman ¿no se supone que el monstruo tiene grasa y es la contaminación de los siglos pasados?
   Yo lo mataría limpiándolo con…fairy.
   Y así hizo Kiofman gracias a Verdchof.
  

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