sábado, 6 de noviembre de 2010

Lidia Acosta Hernández 1ºB Me encantan los baifos

   Había una vez un niño que se llamaba Gonzalo. Gonzalo vivía en lo alto de Anaga en un pequeño pueblo con su familia que era muy pobre.
Gonzalo tenía que trabajar en una guachinche para que su familia tuviera que comer.
   Una mañana se levantó, desayunó y se fue a trabajar al guachinche. Enseguida empezó a trabajar sirviendo papas, millo, gofio… Al cerrar el dueño le dijo que la venta tenía demasiadas deudas así que la tenía que cerrar. Gonzalo tendría que buscar otro trabajo. Pero el pueblo era demasiado pequeño y no había muchos trabajos que él pudiera hacer.
   Al llegar a su casa le comentó a su padre lo ocurrido. El padre le dijo que el vecino le había comentado que estaba buscando una persona que cuidara baifos. ¡Ños!, exclamó Gonzalo ya que el baifo era su animal favorito.
   Dos días más tarde comenzó a trabajar, los llevo a lo alto de la montaña del Tejo y desde ahí grito: ¡ME GUSTAN LOS BAIFOS!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 6